De usos de la Lengua va la cosa

Puntualizo lo que leeréis, la lengua como “idioma”, he oído que sirve para más cosas, pero mi pulcritud de señorita hace que me mantenga incrédula al respecto.
La lengua es algo increíble, pero no imprescindible para la comunicación.
Alguien, tras un tiempo a mi vera, no hablaba, balbuceaba, así descubrí que soy políglota: hablo español, cacereño, balleno, balbuceo...
Pero no me centraré en el acto comunicativo de la lengua, si no en el partido que se le puede sacar a ésta.
Por cuestiones geográficas, no pronuncio la “S”, y la “H” y la “J” las pronuncio igual, es decir, no las ando pronunciando, pero por la misma razón también puedo pronunciarlas como los “finos” y este contraste me hace ser única donde vaya.
Si estoy en mi tierra, hablo con la S y si estoy en otra ciudad donde la pronuncien... yo no lo hago, Conclusión: uso mi acento según “me” convenga.
Un ejemplo, para ligar, si estás con gente pongamos que de Madrid, “hablar” con acento cacereño da mucho juego:
1. Porque empieza un debate para descubrir si eres andaluza (hay quien me llegó a preguntar si era, argentina, ¿?
2. Porque lo poco corriente te “distingue”, aunque a veces tiene su lado negativo, como una amiga de mis tíos, me miraba como si fuese un pequeño Hamster peludito y tierno, y no dejaba de decirme “ Ay! Qué graciosa, Ay! Qué graciosa” ( mientras yo fibrilaba para mis adentros, pensando “ ¿ésta qué demonios tomó?, me trata como a un animal de compañía! ).
3. Porque la gente demuestra su suprema cultura, como aquel chico en una discoteca de Valladolid que en un intento de ligarme, preguntó “ ¿Cáceres es la que está arriba o es Badajoz? ” y yo respondí con mi guasa “Cáceres es la que está arriba, lindando con Orense” .... y creéroslo, que el chico asintió.
Pero la conclusión suele ser positiva. Es como que la gente te coge más confianza, no sé por qué, pero es así.
Y cuando estoy en mi terruño, en ciertas ocasiones hablo pronunciando la S, y es un efecto digno de describir, la gente te trata con más respeto, por eso lo uso siempre que tengo que ir al banco; pero hay que estar ojo avizor, porque los taxistas piensan que eres de fuera y hacen turismo rural contigo por la ciudad, interpretándose en la carrera.
Por esto, os animo a todos a jugar con los acentos, eso sí, por favor, no hagáis como mi compañera gallega, que cuando intenta imitarme ... uf, es el acabóse, le sale igual de bien que a un manco comer con palillos. Y ante todo hay que mantener la dignidad.
Y bueno, si lo de los acentos no es lo vuestro, investigad los otros usos de la lengua, algo me comentaron pero debe ser una leyenda ^_^